El presidente de la nación, Néstor Kirchner, junto con trece entidades bancarias tiene previsto anunciar hoy diversas propuestas de financiación en créditos de vivienda con nuevas condiciones a las vistas hasta la fecha. Se trata de alargar el plazo de devolución hasta los 30 años y, en determinadas condiciones, establecer un tipo de interés fijo (posiblemente de un 9 por ciento anual).
Cada banco ha desarrollado una oferta que presentará al Gobierno para su evaluación. Las opciones serán variadas y para todos los gustos: tipos de interés variable más bajos desde un 7,5% anual, hipotecas mixtas con interés fijo los tres primeros años y variable para los restantes, además del crédito ya mencionado con un plazo de 30 años a un interés fijo del 9% anual. Otra novedad se encuentra en la cantidad máxima que se podrá solicitar, entre un 90% y un 100% dependiendo del valor del inmueble.
Esta medida resulta muy atractiva para los compradores a simple vista, pero puede tener consecuencias que no son nada deseables. La situación se puede asemejar a la vivida en España, donde hace algunos años los pisos se pagaban en 10 ó 15 años, y ahora el plazo se establece en 30, 35 ó incluso más. Lo que parece que da facilidades a los consumidores puede volverse en su contra al fomentar este tipo de medidas el encarecimiento de los pisos. Como ya se comentó en un artículo anterior sobre el doble juego de las hipotecas, si se alarga el plazo de las hipotecas más posibilidades hay de pagar, con lo que la demanda puede ser mayor y aprovechar las promotoras para elevar el precio de la vivienda.
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