Esta es una pregunta que se realizan muchos propietarios. De alguna u otra manera, todo aquel que se enfrenta a la calificación energética de su vivienda (que puede ir desde “A” hasta la “G”) siente curiosidad o necesidad por saber cómo mejorarla. Este interés puede responder a la intención de dar mayor valor a la vivienda en el mercado inmobiliario con vistas a facilitar su venta, por otro lado poder aumentar su precio de salida, o bien atraer el interés de potenciales inquilinos que saben que una buena calificación energética implica menores gastos mensuales en la facturas de electricidad y gas.
De cualquier forma, el propietario del inmueble puede volver a realizar el certificado energético de su vivienda siempre que quiera, lo cual tiene pleno sentido si en la vivienda se han realizado reformas o mejoras que puedan hacer mejorar dicha calificación. El motivo de que los certificados energéticos incorporen un apartado de mejoras propuestas es ese, dar unas pautas particulares al propietario para mejorar la calificación energética de su propiedad. A continuación pasamos a enumerar algunas de las recomendaciones más comunes que realizan los técnicos certificadores de cara a mejorar la eficiencia energética de una vivienda:
-Sustitución de ventanas convencionales por ventanas con cámara tipo “climalit” y carpintería de aluminio ó PVC, esta última opción es más cara pero da mejores resultados de aislamiento térmico.
-Sustitución de caldera por caldera de gas de condensación, con las que alcanzamos mejores rendimientos y proporcionan ahorros superiores al 30% en comparación con las calderas convencionales.
-Sustitución de equipo de climatización por bomba de calor inverter de bajo consumo con los que podemos reducir el gasto energético en un 25%.
Sin duda habrá que estudiar qué medidas de mejora son más adecuadas para cada vivienda de forma individualizada, ya que las mencionadas con anterioridad pueden ser adecuadas para una viviendas y no para otras, ya sea porque cuenten con equipos e instalaciones recientes y eficientes ó porque no resulten rentables en un periodo razonable de tiempo.
Por eso es importante aportar en la medida de lo posible el periodo de amortización estimado de las medidas propuestas en el certificado energético para que de esta manera el propietario sea capaz de tomar una decisión de cara a mejorar la calificación energética de su vivienda en una segunda certificación energética.
En definitiva, mejorar la calificación energética obtenida no es obligatorio, pero para aquellos propietarios que lo deseen será cuestión de llevar a cabo las recomendaciones de mejora propuestas en el certificado energético por el técnico certificador, esto implicará un desembolso más o menos importante dependiendo del caso pero a medio – plazo y en un panorama en el que el coste de la energía tiene tendencia a aumentar (al menos en España) las inversiones realizadas se verán amortizadas por los ahorros energéticos del inmueble y el valor de la vivienda también se verá incrementado. En Top Certificación energética puede encontrar más información y consejos relacionados con el certificado energético.