Está visto, es algo que hoy día sigue dándose, y es que las viviendas, o mejor dicho, la compraventa de viviendas no vive su mejor momento debido a que no se venden, y, de hecho, si se quiere vender hay que hacer que el precio baje más, como está ocurriendo en estos momentos en casi todas las ciudades de España.
El pasado mes de junio se ha visto que ha habido un descenso en los precios de la vivienda, hablando de una caída del 3% en el segundo trimestre de 2012. Ahora, con esta bajada, el precio se sitúa en 1.998 euros por metro cuadrado, algo que pudiera ser que volviera a bajar.
En realidad, desde el 2007 no hemos tenido ningún crecimiento de la vivienda, al contrario, ha ido descendiendo y de hecho el precio de la vivienda tiene un descenso en el mes pasado del 8,4%.
Precios según comunidades autónomas
Como sabes, cada comunidad autónoma, y cada persona individual, es un mundo y pone precio a su vivienda según lo que quiere sacar. Sin embargo, hace tiempo que las comunidades autónomas no suben los precios de las viviendas, al contrario, los bajan en un intento por atraer compradores y que los compren. El problema es que no llegan a conseguirlos a pesar del precio y llega un momento en que no puedes bajarlo más sin ver que es pérdida para ti.
Las comunidades más caras son País Vasco, con 3.417€/m2, Madrid, con 2.691€/m2 y Barcelona con 2.525 €/m2. En contraposición, las más baratas están en Extremadura, 1.387€/m2, Castilla la Mancha, 1.444€/m2, y Murcia, 1.482€/m2.
Por supuesto, siempre hay algunas excepciones y si ha habido un crecimiento en Málaga, Almería y Lugo pero éste ha sido ínfimo. El resto de ciudades están a la baja en distintos grados, hay unas que han bajado poco y otras que tienen un descenso acusado en su venta y precio de la vivienda.
Las caídas de los precios se pueden entender en cuanto al desconocimiento de lo que va a pasar en la sociedad y los recortes a los que nos impondrá el Gobierno en un intento por salir de la crisis. Así, muchos son los que ahorran todo lo que pueden para que, si se quedan sin trabajo, suben más los impuestos o hay imprevistos, puedan hacer frente a ellos sin endeudarse.
Tampoco parece que las políticas o ayudas por parte de ayuntamientos o del Gobierno para comprar viviendas estén funcionando demasiado bien.