Con el inicio del curso universitario, de nuevo se ha movido el alquiler de pisos de estudiantes. Este siempre es un mercado próspero, a pesar de la crisis, los universitarios se desplazan de ciudad para estudiar y buscan un alojamiento que reúna ciertos requisitos.
La mayoría de estudiantes buscan pisos para compartir que cuenten con todas las comodidades de una vivienda, a ser posible con habitación independiente. Pisos de 2,3 y 4 habitaciones con precios que oscilen entre los 300 y los 600 euros.
Actualmente es internet el mejor escaparate para encontrar pisos de estudiantes en alquiler, aunque también funcionan los anuncios en los periódicos, en las inmobiliarias, en los tablones de anuncios de las facultades y el boca a boca.
La Unión de Consumidores de España lanzó un llamamiento para evitar el fraude, recomendando que no se pacte ningún alquiler sin un contrato, aunque los pactos verbales son legales, siempre será más fácil recurrir si se realiza por escrito y firmado. Incluso facilitaron una muestra de contrato de arrendamiento por temporada.(Pdf)
Este tipo de contratos deben detallar el contenido del piso y después ser contrastado por el inquilino que podrá reclamar por escrito al propietario si no cumple los requisitos. De igual forma servirá para que una vez que los estudiantes dejen el piso, el propietario compruebe el estado de la vivienda.
Otro documento indispensable es el recibo que acredita el pago del alquiler, sea por parte del arrendador o de la agencia que tuviera el piso en cartera. En caso de que el piso de alquiler se contrate con una agencia, se debe solicitar una hoja de reclamaciones para efectuar las posibles quejas.
Un problema que tienen las inmobiliarias en el tema de alquiler de pisos de estudiantes es que después del primer año, los universitarios negocian directamente con el propietario, pero estas cosas siempre se pueden pactar.