Aparte de la belleza que puedan aportar las plantas, se deben tener en cuenta su presencia a la hora de diseñar la climatización de la vivienda. Árboles, y césped, ayudan con su sombra y humedad a hacer más suave el clima exterior de la vivienda, sin embargo, son los muros verdes como setos, enredaderas, emparrados y pérgolas, los que más contribuyen a dulcificar y controlar el clima, protegiendo la vivienda del inclemente sol del veran pegando directamente sobre los muros.
Una enredadera que cubre un muro, no es solo un elemento estético para la fachada, es además la cubierta que proporciona la sombra y humedad que refresca al muro y en consecuencia al interior que el muro rodea. Así pues, debemos plantearnos el tapizado vegetal, no solo como ornamento, sino como un eficaz colaborador en la climatización de una vivienda. A la hora de decidir que plantas crearán esa manta vegetal debemos tener en cuenta loas siguientes factores.
Clima de la zona,
Conviene saber si las plantas que deseamos utilizar resisten el clima de la zona, en especial las heladas del invierno. Algunas plantas trepadoras aguantan fuertes heladas, pero otras no. Conviene averiguar que trepadoras aguantan el clima de la zona. Una inspección de los edificios próximos nos informarán sobre aquellas especies que crecen sin problemas en ese clima, también en cualquier vivero o “garden center”. nos orientarán sin problemas sobre las especies más adecuadas.
Orientación del muro.
Incuso las enredaderas que se dan bien en la zona, pueden tener sus limitaciones a la hora de crecer sobre un determinado muro, las hay que el sol directo las quema, por lo que hay que ponerlas en los muros norte, al resguardo de la luz, mientras que otras, por el contrario precisan de una fuerte insolación. También hay que cuidar si cerca del muro sopla el viento, o por el contrario el propio muro proteje del viento, pues hay plantas trepadoras n sensibles a este factor, en especial son peligrosos, para ciertas las plantas, los vientos procedentes del mar cargados de sal,que queman a muchas de ellas.
Características del suelo
En general las trepadoras soportan mal que el agua se encharque en su proximidad. Si la tierra es muy arcilloso, es mal terreno para la mayoría de las trapadoras. Comprueba que el suelo drena bién. En caso de encharcarse con facilidad, habrá que plantarlas en maceteros con tierra adecuada, lo que limita el tamaño que consigan .
La calidad del suelo es menos importante, pues un buen abinado puede proporcionar a las trepadoras todos los minerales que necesiten en la debida cantidad. No obstante debemos tener en cuenta que los suelos alcalinos, suelen ser bajos en hierro y ello hace amarillear las hojas, en estos casos la inclusión de hierro en los abonos en forma de quelatos evita esta deficiencia.
Plantas de hoja perenne o caduca
Como todas las plantas de hoja caduca, las trepadoras de este tipo pierden las hojas en el otoño, por tanto en invierno se veran como secas, lo que en principio parece un inconveniente. No obstante, prefiero poner en los muros de la vivienda, plantas de hoja caduca por dos motivos, la caída de la hoja deja visible y al aire el muro de soporte en invierno y ello dificulta que entre el follaje aniden tanto pájaros como insectos, manteniéndose las paredes de la casa libre de naturaleza indeseada. El otro motivo es que la caída de la hoja permite la insolación directa del muro durante los mese más fríos.
En setos, emparrados o pérgolas y otros elementos alejados de las paredes de la casa prefiero encambio plantas de hojas perennes que dan color durante todo el año.
Naturaleza del muro soporte
Un muro cubierto de enredaderas tiene dificultades de mantenimiento, si por ejemplo el muro es una pared enfoscada, cada cierto tiempo habrá que proceder a su pintura lo que será imposible llevarlo a cabo sin retirar la planta que la cubre. Si el soporte ha de tener un mantenimiento muy frecuente, deberemos cubrirlo con trepadoras anuales, plantas que solo duran en climas frescos una temporada y que aunque no llegan al tamaño de las permanentes, algunas especies pueden llegar a cubrir alturas de dos o tres metros
Hay enredaderas que no se sustentan por si mismas sino que poco a poco vamos sujetando nosotros periódicamente a un soporte como cables guía, una celosía o cualquier otro elemento. En este caso, basta desprender el soporte del muro para poder separar, con ciertos daños, pero recuperables, la enredadera de la pared, En cambio si el muro es por ejemplo de ladrillo o piedra y no tiene casi mantenimiento, se puede permitir cubrirlo con plantas trepadoras auto adherentes..
También ocurre a veces que el soporte es otro elemento vivo como un árbol, en este caso hay que buscar plantas con un crecimiento limitado, pues si no, terminarán ahogándolo. De todas formas, como norma, conviene no cubrir un arbol con una enredadera, pues esta compite fuertemente con el árbol en la búsqueda de minerales y humedad, terminando en muchos casos por ahogarlo…
Evaluar su fortaleza.
Hay plantas trepadoras que con los años adquieren un tamaño descomunal, o que transforman las ramas en troncos mucho más gruesos. Conviene no dejar crecer estas plantas en lugares que por su peso o por la presión que ejercen sus ramas en los intersticios que encontraron, puedan llegar a ser un riesgo para la integridad del soporte. En especial hay que vigilar que las ramas de la enredadera no lleguen a los tejados, donde pueden llegar a hacer auténticos estropicios entre las tejas y que las raíces no dañen el suelo. En general debemos vigilar que las plantas que situamos a menos de cinco metros de un muro, sean de especies cuyas raíces y ramas no puedan transformarse en un futuro rn un riesgo, asi como la necesidad de regarlas, no termine produciendo humedades en la pared.
Plantas olorosas o de frutos dulces.
Una tentación para todos es cubrir los muros de nuestra vivienda con plantas de olor agradable o que produzcan frutos comeestibles. Ni plantas olorosas, ni parras de dulces frutos son adecuadas para colocar en los muros de la casa, ni en pérgolas o emparrados que pretendamos utilizar como lugar de reposo, pues ese dulce olor, no solo nos atrae a nosotros, también atrae a todo tipo de insectos y no es conveniente que cerca de las ventanas o al rededor de nuestoas personas aparezcan insectos y avispas. Mejor es poner ese tipo de planta próximas pero separadas de los lugares donde vayamos a estar, con el fin precisamente de que atraigan hacia alli los insectos que haya en la zona.
No pensemos solo en trepadoras ni en paredes verdes verticales,
Hay otras plantas que no son trepadoras que crean también muros verdes, los setos de distintas especies, algunos hechos con plantas de la familia de los cipreses, pueden alcanzar buen altura sin necesidad de que exista un muro, también se puede cubrir muros mediante plantas colgantes. No obstante hay una buena razón para plantar enredaderas, necesitan poco espacio, las trepadoras crecen planas y en altura dejando libre el suelo para otros usos.
Personalmente no soy amante de plantar cerca de la vivienda, por ello si es posible, considero más adecuado crear el muro verde a cierta distancia de los cimientos y a una altura de unos dos metros y medio doblar en angulo recto formando una pérgola que defiende igual del sol, que un muro cubierto pero aleja las raíces y los riegos de las proximidades de la vivienda.
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