Han pensado que cuando llegue la hora de derribar de puro viejo un edificio de viviendas, muchos de los materiales con que está construido, desde los cerámicos como ladrillos y tejas, pasando por las vigas de hormigón, el PVC de las ventanas, los sanitarios de porcelana, los cristales y aluminio y otros muchos materiales más, habrán de ser llevados a un vertedero donde, o son reciclados con gran gasto de dinero, esfuerzo y energía o permanecer tal cual durante miles de años, antes que la naturaleza consiga “digerirlos” de nuevo.
Las “Ecoaldeas” pretenden conjugar los avances y comodidades de las actuales viviendas con el uso racional y moderado de estos materiales “indestructibles”, sustituyendo ahí donde es posible, física y económicamente, los materiales conflictivos, por otros materiales que finalizada su vida útil, vuelvan a la naturaleza con mas facilidad. De la misma forma pretenden, con un planteamiento racional de la arquitectura y el urbanismos, aprovechar al máximo aquello que da la naturaleza, el sol, la lluvia, el vientos, etc, para reducir la dependencia de consumo de productos y energías la obtención del confort que hoy exigimos a la vivienda
Intentos de este tipo, circunscrito a un solo edificio, o a una urbanización, hay muchos, en España y en el mundo, pero una gran cantidad de ellos caen en un fanatismo, que les alejan de la realidad para introducirlos en el mundo de las utopías. Hay también el otro extremo, los que aprovecha que hoy lo “verde” vende, para disimular proyectos realizados sin la menor preocupación por el respeto a la naturaleza, bajo unas pinceladas “ecologicas” que permita colocar la palabra “verde” en la publicidad.
Entre ambos extremos, pretenden colocarse el movimiento de las “ecovillage” o “ecoaldeas” donde se busca, no soluciones técnicas, sino construir bajo una escala de valores diferente de la habitual. Una escala que coloca el respeto a la naturaleza por encima de las puras consideraciones económicas, y busca encontrar, de acuerdo con esta escala, las soluciones técnica que mejor den respuesta a las necesidades de la vivienda moderna.En España, de momento, solo hay un experimento adscrito a la red mundial de “Ecovillages”, la “Ecoaldea de Valepiélagos” una parcela de 30.000 m2 de suelo urbanizable para 30 viviendas en el casco urbano de Valdepiélagos, a 45 Kms. de Madrid. La construcción de las viviendas está próxima a finalizar, a la espera de obtener la cédula de habitabilidad.
Las viviendas cumplen con las mismas las normas urbanísticas y constructivas que cualquier otra edificación, fueron diseñadas por los arquitectos expertos en bioclimastismo y bioconstrucción: Javier Segarra y Ernesto Mera, y la dirección de obras la ha realizado Javier Unceta. La filosofía que se siguió fue intentar incorporar las viviendas como un elemento más del ciclo ecológico, en donde nada se pierde y todo se recicla. La basura orgánica, los residuos de comida, hojas, vegetales y todos los materiales biodegradables, se utilizan para fertilizar la tierra de la urbanización mediante un sencillo y natural proceso de compostaje. La basura inorgánica se clasifica para facilitar el reciclaje. Se recoge el agua de lluvia y se aprovechan en el riego de los jardines junto a las aguas grises, de modo que se minimiza el consumo de agua potable y se capta el sol para ahorrar energía.
Se pretende con ello crear un espacio en armonía con su entorno, que muestra la preocupación y compromiso de quienes viven, con el medio ambiente, de modo que se consiga un entorno adecuado a la vida de una población, que busca alcanzar unos ritmos de trabajo tranquilos y unas relaciones tolerantes, solidarias y pacificas.
Se constituyo una cooperativa de propietarios, que sobre parcelas de 500 a 750 m2 han construido viviendas unifamiliares de 134 a 150 m2 construidos, mas un semisótano de 72 a 80 m2, adoptando los siguen los siguientes criterios.
* Una orientación y el diseño de las casas bajo criterios bioclimáticos.
* Los materiales están exentos de productos clorados y se potencia los materiales naturales.
* Se busca un sistema racional de consumo de energía, buscando que se consuma con eficiencia.
* Se recogerá el agua de lluvia y se reutilizarán las aguas grises.
* Las empresas constructoras del proyectos, deberán seguir criterios de minimización en el consumo de energía y producción de residuos, así como aumentar el uso de materiales de bajo impacto, reutilizables y reciclables.
La obra se ha realizado con bloques de “Climablok”, un aglomerado de cemento y con una alta proporción de viruta y desperdicio de madera, que son más biodegradables, a vez que mejores aislantes que los ladrillos tradicionales. Lógicamente las viviendas tienen placas solares para la producción de agua caliente sanitaria.
Naturalmente los propietarios asumen los pequeños inconvenientes de estas casas, como que la utilización de madera en la carpintería exterior, suponen el pintado periódico, puesto que la elección consciente de materiales biodegradables, exige mayor esfuerzo de mantenimiento durante su vida útil. No obstante, salvo pequeños detalles, las viviendas son absolutamente prácticas y lejos de cualquier concesión utópica.
El área de uso comunitario se compone de un espacio abierto apto actividades al aire libre, un espacio infantil con areneros y columpios y se plantea la construcción de una edificación que sería centro social y espacio multiusos La ECOALDEA se regirá por una serie de criterios aprobado por la totalidad de los socios en cuanto al ajardinamiento, diseño y acondicionamiento de accesos.
Direcciones de interés
Ecoaldea de valdepiélagos
Climablock
Gea – Asociación de Estudios Geobiológicos
GEN – Global Ecovillages Network