La debilidad del Sector Inmobiliario lastra la economía española


En pocos días la prensa nos ha amargado el desayuno con dos preocupantes indicios de que la fiesta se acaba. El 2 de Agosto nos informaron que la buena racha de empleo se acaba con la aparición en Julio de un incremento de 4.469 parados, con el agravante, de que tradicionalmente este mes es de crecimiento del empleo, debido a la apertura o refuerzo de plantilla de los negocios relacionados con la industria turística.

En los últimos once años que llevamos de ciclo expansivo de la economía española, tan solo este año y el 2005 hubo aumento de paro en este mes. La construcción comienza a frenar, provocando la pérdida de 11.900 empleos, que los trabajos temporales que se crean en el sector turístico no pudieron adsorber.

El día 15 de agosto, nos vuelven a despertar con otra mala noticia. Según el INE, el PIB creció un 4% entre Abril y Junio, una décima menos que en el trimestre anterior, con lo que comienza a aparecer un indicio de desaceleración del crecimiento de la economía En este caso el dato no es malo en cifras absolutas, pues aún supera en tres décimas la registrada el año anterior, pero muestra indicios de desaceleración del crecimiento de la economía, como consecuencia fundamentalmente, según el INE, de una menor aportación de la demanda nacional.

Según el Banco de España, se constata que en el segundo trimestre, continúa una desaceleración gradual de los precios del mercado Inmobiliario, lo que promueve una cierta contención de los ritmos de gasto y endeudamiento de las familias.

Lo que era de prever se está comenzando a cumplir, comienza a palparse que la desaceleración del sector inmobiliario, uno de los motores de la economía española, frena no solo este sector, sino al conjunto de la economía. Probablemente entremos en una espiral de retraimiento del consumo, con la generación de más paro, que a su vez inciden en la retracción mayor del consumo por parte de la ciudadanía, tanto por la posibilidad de consumir por parte de los parados, como por generar una postura prudente y previsora en quienes aun no siente el efecto directo del paro en sus carnes..

Con todo, si comparamos nuestra situación dentro del marco de la economía europea, no estamos tan mal. Nuestro PIB se ha desacelerado una décima, pero el PIB de la Eurozona lo ha hecho en seis, nuestro crecimiento baja a un 4%, pero el de la Enrozona es del 2,5%.

Incido en estos datos porque en España tendemos a ser exagerados y catastrofistas y a magnificar las malas noticias. Nuestra situación es peor que la que era, indudablemente, pero aun sigue siendo positiva y mejor que la de la mayoría de los países que nos circundan, incluidos los más prósperos. Incluso nuestra inflación, la tradicional asignatura en la que siempre fallamos, ha mejorado, situándose en un 2,7%.

El indice que es preocupantemente malo, sin que aparezcan indicios de freno de ningún tipo, es nuestro déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente, que llega a un nivel del 8,8 % sobre el PIB, el más grande del mundo, claramente superior al del siguiente país, Estados Unidos que acumula “solo” un déficit que no llega al 6%..

Total, que la situación no es aún mala, pero se avecina temporal, así que, como los buenos marinos, conviene que enfilemos hacia un puerto donde refugiarnos y reforcemos amarras, para aguantar lo mejor posible el chaparrón, hasta que pase el temporal.

¿Cómo podemos hacer eso en el sector inmobiliario? – Buscando ante todo negocios de poco riesgo, aun con poco margen de beneficio. Se acabó el tiempo de buscar grandes beneficios, hoy debemos buscar sobre todo seguridad. A mi juicio aun hay ciertas áreas de negocio en el sector inmobiliario seguras, la vivienda modesta, (en la Comunidad de Madrid, mejor si es por debajo de los 180.000€) , las plazas de garaje dentro de la zona Azul, dos demandas que siguen fuerte y no tiene aspecto de aflojar y la construcción y reforma por cuenta ajena de viviendas de particulares,

Sectores como la vivienda de medio o gran lujo, los locales comerciales e industriales y oficinas, deben ser estudiados con prevención y prudencia, antes de iniciar un proyecto. Ello que no quita para que puntualmente aparezcan operaciones interesantes en estas áreas, pero deben extremarse las precauciones y tener capacidad económica para esperar si las cosas se tuercen a la hora de vender. Puede ser el momento de volver a revitalizar la construcción en plan cooperativo y otros sistemas que garanticen la venta, antes de iniciar la inversión…

Vía El Mundo Economía
El PIB creció un 4% entre abril y junio
La tasa del PIB en la eurozona se desacelera en seis décimas
El freno de la construcción hace que el paro aumente en 4.469 personas en julio


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