Un informe elaborado por Morgan Stanley (empresa estadounidense que presta todo tipo de servicios financieros a nivel mundial) nos advierte de una situación muy peculiar como consecuencia del mal momento que vive el sector inmobiliario a nivel mundial (aunque no creemos que sea a nivel mundial, dado que en anteriores post hemos hablado de los interesantes mercados inmobiliarios en los países del este, Marruecos o algunos países sudamericanos). Morgan Stanley augura que el sector inmobiliario se bloqueará ante la caída de los precios europeos, además, el presidente de Fed (Federal Reserve System) de Nueva York, reconoce que la desaceleración inmobiliaria que sufre EE.UU va a arrastrar a la economía de este país.
Las predicciones para el próximo año sobre la economía americana son bastante alarmantes para el mercado inmobiliario, sin embargo, parece que la crisis se verá ajustada gracias a otros sectores que compensarán dicha crisis. Pero volviendo al tema europeo, el bloqueo al que se refiere Morgan Stanley puede ser consecuencia del recorte del precio de la vivienda.
El informe detalla que actualmente los precios son mucho más elevados que hace 10 años (bueno, eso es evidente) pero éstos han sufrido una gran escalada causada por unos tipos de interés bajos, el aumento de la población (y eso que desde hace años se ha dado la voz de alarma sobre el bajo índice de natalidad que se sufre en Europa) y las mejoras de las expectativas económicas, en este último punto, muchos podrían discrepar.
Estas condiciones han propiciado un elevado desajuste entre los precios de las viviendas que son muy elevados y los ingresos de la población que sufren una gran volatilidad, no existe la capacidad de ahorro. Las soluciones propuestas al problema que parece avecinarse son, entre otras, mayor transparencia hipotecaria o lo que es igual, que los nuevos productos hipotecarios muestren cuál será el pago real que deberán atender los prestatarios, que los pagos que se realicen se encuentren sujetos a la evolución de los precios del consumo y de los precios de la vivienda. La idea es que estas nuevas hipotecas sean igualmente atractivas para ambas partes, activos financieros para los inversores y ventajas para los prestatarios.
En fin, es necesario que los servicios hipotecarios se adapten al nuevo panorama con el fin de atravesar este “bache inmobiliario”.
Vía | El Economista
Más información | El Economista
Más información | Morgan Stanley
Más información | New York Fed