Publica hoy un interesante artículo El País acerca de las hipotecas inversas. Estas hipotecas son bastante distintas a las que estamos acostumbrados, y ya las hemos mencionado por aquí en alguna ocasión.

Se trata de que los propietarios de un piso ya pagado, en edades superiores a los 65 años, reciban una renta del banco por su piso (que queda hipotecado). Cuando fallecen los herederos deben decidir si amortizar la deuda o dejar el piso al banco.

Sin embargo hay que ser cautelosos, por dos motivos. Por el lado de los propietarios hay que estudiar bien las condiciones, ya que al estar recibiendo un préstamo que no se amortiza la deuda crece deprisa, y puede que por recibir un dinero más o menos importante los herederos tendrían que pagar una cantidad desorbitada si quisieran quedarse con la vivienda. Y por otro lado las entidades financieras también deben ser cautelosas, ya que si hubiera un desplome inmobiliario serían dueñas de una cantidad de viviendas muy grande sin poder recuperar su inversión (y todos sabemos que a nadie le viene bien una crisis del sistema financiero).

Así que este producto es polémico por partida doble. Quizá sea por eso que los bancos no se animan y son casi exclusivamente las cajas las que ofertan este producto. Además se cubren las espaldas del riesgo argumentando que este producto, más que un negocio, es una acción social.

Vía | El País