Esta es una de las noticias que siempre nos recuerda a determinada persona conocida que nos ha comentado sus anécdotas laborales alguna vez. Resulta que el 9,7 por ciento de los empleados, es decir, prácticamente uno de cada diez, han recibido ayudas por parte de su empresa para adquirir una vivienda. El dato en términos globales puede desglosarse en diferentes categorías que resultan interesantes comentar individualmente.
En primer lugar, y para que la fama se mantenga y/o acreciente, se estima que el 21,1% de los empleados del sector público acceden a estas ayudas por un 6,1% del sector privado. En los mismos términos se observa la diferencia entre las empresas grandes y pequeñas, donde el reparto de ayudas en las primeras, con más de 250 empleados, alcanza un 18,4%, mientras que en las segundas, con menos de 11 empleados, tan sólo abarca el 2,6%.
Se puede apreciar también una amplia variedad de acuerdo al tamaño de la ciudad de residencia, pero donde esta información llama especialmente la atención es fijando como criterio comparador el sector de actividad donde realiza su labor la empresa. En primer lugar se sitúan los empleados del sector financiero, ya que un 52,4% de los mismos acceden a estas ayudas, mientras que en los sectores de la construcción e inmobiliarias apenas llegan al 3% y el 2%, respectivamente.
Como se viene a demostrar por enésima vez el refranero no se equivoca y dice que «en casa del herrero, cuchillo de palo». Así que a los trabajadores de la construcción y del sector inmobiliario, que se encuentran dentro de todo el meollo, no les tienen especial consideración y les toca buscarse la vida por su cuenta.
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