En estos días hemos podido leer dos noticias que de alguna forma radiografían la salud del sector de la construcción, una se refiere al índice de paro y otra a la morosidad de las empresas constructoras.
Vaya por delante que lo que cuentan estas noticias es bastante mejor, pese a los problemas que muestran, que lo que pubieramos pensar si solo tuviéramos como información los alarmante titulares que sirve la prensa sirve todos los días.
La primera noticia informa que el paro en el sector de la construcción cayó un bajó un 0,7 por ciento el pasado abril En contra de la opinión generalizada que supone que se está produciendo una relentizacion del trabajo las cifras de paro dan aumento, aunque ese aumento sea ligeramente menor que el alcanzado en el mismo mes de años anteriores. Actualmente la construcción emplea a dos millones y medio de personas en España, de las que el 23,5 por ciento son inmigrantes, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) facilitados por la UGT..
Se espera una relentización de la construcción de viviendas tanto de las de primera residencia como de la segunda., mientras que otros sectores de la construcción seguirán creciendo un 6% aproximadamente, como lo han hecho en los últimos años. De la velocidad que adquiera la reducción de la construcción de viviendas, depende que el resto del sector pueda absorber, o no, la mano de obra excedente Por ello el que mantenga mas o menos el mismo nivel de trabajo ha de considerarse una buena noticia.
La segunda noticia se refiere a la morosidad del sector..Se esperan, Según Crédito y Caución, dos ejercicios de estables debido al alto numero de viviendas visadas en 2006 (915.000 unidades) y la elevada cartera de obra pendiente Según informa la compañía, la morosidad del sector de la construcción creció un 12,9% en el primer trimestre frente al mismo periodo de 2006. Ello supone casi tres puntos por encima del crecimiento medio de la morosidad, cifrado en un 10%, lo que la sin ser dramático, hace estar a la construccion residencial en el punto de mira y sufrir un seguimiento más minucioso.
A partir de finales de 2008, el segmento de construcción residencial estará muy condicionado a la evolución de la demanda, muy influenciada por los tipos de interés, el precio de la vivienda, los hábitos de compra de los inmigrantes, etc. Resumiendo podemos decir que como era de esperar hay ciertas dificultades de tesoreria en el sector, no muy superiores a las que pueda tener la industria en general, pero que se encontrará con serios problemas si comienza a ampliarse el periodo necesario para la venta de las viviendas.
El principal perfil de las empresas morosas a medio plazo es el de una constructora, con una facturación inferior a los 30 millones de euros, que cuente con menos de cinco años de experiencia en el sector Considera que este tipo de empresas nacidas en la fase de expansión del ciclo carece de la adecuada profesionalización y tiene una estructura financiera insuficiente para asumir un descenso de actividad. Un segundo grupo de riesgo lo forman las constructoras que, independientemente de su antigüedad, con altos niveles de endeudamiento debido a un crecimiento fuertemente su facturación en los últimos ejercicios.
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