Una noticia nos ha llamado la atención, en ella, Bernabé Bueno, director general de Vivienda y Proyectos Urbanos de Valencia, destaca una loable labor del gobierno valenciano con respecto a las personas que presentan más dificultades para conseguir una vivienda. Destaca además que el colectivo inmigrante se beneficia notoriamente de las ayudas públicas para adquirir o alquilar una vivienda.
Bernabé Bueno, explica que la Generalitat Valenciana presenta un firme compromiso con las familias ayudándolas cuando buscan mejorar su situación estableciéndose social y laboralmente. El señor Bernabé destaca además que estas ayudas se incrementan de forma continua y nos cita las estadísticas en las que se refleja un aumento del 22% en ayudas para la vivienda usada durante los últimos 3 años.
Se ha pasado de un 1,7% de viviendas sujetas a las ayudas del Consell a residentes extranjeros en el año 2000, a un 31% en la actualidad en todo el territorio de la Comunitat Valenciana y el porcentaje sigue subiendo.
Quisiéramos hacer un pequeño paréntesis, es verdad lo que indica este señor, pero también es verdad que se proporcionan muchas más ayudas a las personas inmigrantes que a las del propio país, no sólo en materia de vivienda, en muchos otros aspectos. Quizás sea por el miedo a que les traten de racistas o intolerantes, quizás porque de algún modo se beneficien gobiernos y ayuntamientos ayudando a estas personas, no lo sabemos. Lo que sí está claro es que se trata de una situación indignante que nosotros hemos conocido muy de cerca y seguro que más de un lector también.
En nuestro caso, conocimos a un inmigrante que con su familia acudió a España en busca de una mejor situación, el ayuntamiento de la localidad donde se instaló le ayudó proporcionándole trabajo, también le proporcionó piso de alquiler cuyo importe no superaba los 100 euros al mes (el piso era nuevo y tenía 70 m2), Cáritas y Cruz Roja le suministraban alimentos y algunas cosas más, y para que la ayuda fuera completa, el párroco de la localidad le buscó un trabajo con salario en negro que le proporcionaba unos 350 euros al mes por dos horas laborales diarias. En definitiva, este señor ganaba unos 900 euros al mes y los gastos eran mínimos, (a esto hay que añadir el sueldo de la mujer).
Dicho esto, el mismo ayuntamiento, ha negado trabajo para un español residente en el pueblo, argumentando que el trabajo disponible era reservado para los inmigrantes. Aunque pueda parecer increíble, fuimos testigos de ello. De igual modo, quien solicitaba ayuda para una vivienda, si la persona era del país, podía esperar tranquilamente ya que a los inmigrantes los situaban los primeros en las listas.
Fin del paréntesis.
La vivienda es un tema problemático necesario de solucionar para miles de españoles, aunque las personas inmigrantes no tienen en absoluto culpa y es muy comprensible que vengan a España o emigren a otros países huyendo de la pobreza de su país, no somos los de la tierra los que tenemos que sufrir carencias cuando existen ayudas para otros colectivos.
La situación es totalmente contraria, las ayudas y privilegios en temas inmobiliarios son más notorios en los inmigrantes que en los españoles. Nos parece genial que el Gobierno de la Comunidad Valenciana se jacte de ayudar a este colectivo, tanto para un alquiler como para la compra de un piso, esperamos que, al menos de igual modo, ayuden a los valencianos (nacidos en la tierra) que lo necesiten.
Cierto es que La Red Valenciana Infovivienda Solidaria de la Generalitat recibió el Diploma al Mérito Inmobiliario 2006 por el trabajo realizado en el fomento del acceso a la vivienda para todos los ciudadanos, pero también es cierto que una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace.
Más información | Panorama Actual
Más información | Instituto Valenciano de Vivienda
Más información | Generalitat Valenciana