Cada vez resulta más habitual trabajar en casa, el teletrabajo sigue siendo una rareza, pero aumenta el número de personas que por un motivo u otro trabajan en casa, al menos intermitentemente. Es corriente que lo hagan los comerciales, que hoy frecuentemente ya ni tiene despacho fijo asignado en la oficina. También se llevan trabajo a casa muchos ejecutivos e incluso personal administrativo y esta tendencia aumentará aun mas en el futuro.
El PC e Internet han hecho económicamente posible conectar el hogar al ordenador de la oficina y tener parecidas prestaciones a las que se tienen en la mesa de trabajo, el tráfico a las horas punta es cada vez más molestos, y mucha gente elude desplazarse a esas horas haciendo a cambio parte de su trabajo en casa. Por otra parte el combustible y la comida fuera de casa se ha puesto a un precio imposible, por lo que cada vez resulta más interesante el evitar desplazamiento innecesarios a la oficina. Hay una última razón, cada vez es mayor la competitividad en el trabajo, lo que obliga a muchos, a trabajar en casa por la noche, o los días de fiesta, para poder mantener el feroz ritmo de trabajo que les exigen su empresa.
Para colmo, la mayoría de las casas no están preparadas para trabajar en ellas, así que hay que invadir una habitación destinada a otros usos. Curiosamente, de esta realidad, no parecen haberse dado cuenta los fabricantes de muebles. Si uno busca por Internet despachos domésticos se encuentra propuestas como esta, que bien pudiera ser considerada por la Duquesa de Alba, para su palacio de la Calle Princesa, pero no por quien vive en menos de 100 m2.
Otras propuestas como esta, son más realistas, pues aprovechan un rincón en un dormitorio. Es una solución generalmente válida para los hijos, que hoy suelen tener habitaciones multiuso con camas plegables en caso de tener un cuarto pequeño, pero no para los cabeza de familia, pues en su dormitorio, aun se conserva la tradicional cama de matrimonio y difícilmente hay espacio para nada más.
Para los padres, queda pues solamente aprovechar el salón, donde utilizando la mesa del comedor, hay espacio suficiente para desplegar un despacho de emergencia, pero tiene la desventaja de ser una habitación pensada para utilizarla todos los miembros de la familia y si circunstancialmente se puede ocupar para trabajar, en otro momento se utilizará para comer, ver la televisión, o recibir amigos, lo que obliga cada vez que se dispone uno a trabajar, a desplegar y volver a recoger, no solo los papeles, sino todo la parafernalia tecnológica de la oficina moderna, el portátil y su ratón USB, la impresora multifunción, el moden ADSL, el teléfono fijo, etc. y la maraña de cables, transformadores y, alimentadores, que estos aparatos necesitan.
Uno observa que hay armarios, algunos de una belleza digna de un gran salón, que ocultan una cocina completa, vitrocerámica, horno, fregadero, nevera, y hasta con una mesa auxiliar y dos sillas. IKEA tiene en su catálogo un armario cocina, menos lujoso, también muy completo. Estas cocinas ocultas en armarios son una alternativa válida y menos voluminosa, que las cocinas americanas que se ponen en los estudios. He encontrado también un armario que oculta entre otras cosas un comedor para cuatro personas. Más corriente es uno que ocultan dos literas, pero nadie ha diseñado un mueble que cerrado sea adecuado para un salón actual y que en su interior contenga todo lo que resulta imprescindible para trabajar,
El que más se acercó a mi idea fue Louis Vuitton que diseñó para el músico Stokowski, un baúl de viaje que se transformaba en un pequeño escritorio que le permitiera trabajar en sus viajes en barco a América. La foto que acompaña este escrito, es una réplica del famoso baúl. Hoy necesitamos más para trabajar, un archivador y un tablero, pero también un sitio donde colocar los equipos de oficina básicos en su versión doméstica, un portátil, una impresora multifunción, es teléfono contestador, el fax,.. y ya sería para nota, si el cofre ocultara una buena luz y una silla cómoda,. Se me olvidaba, y una par de regletas con muchos, muchos enchufes para conectar todo.
A modo de ejemplo para los mueblistas que se atrevan, añado un esquema de lo que yo creo adecuado. Dejo la parte estética del diseño a otro, pues la naturaleza ni me dotó de especial gusto ni facilidad para el dibujo. Pero espero que mi idea de lo que debe ser el «Armario Oficina» quede clara. Indico las partes más importantes del mismo:
1).- Cajonera con ruedas, al plegarse se introduce en la parte baja del mueble
2).- Mesa extensible, con un sistema que aguante desplegada el peso de una persona apoyada sobre ella, incluso si se sienta en el borde del tablero. También es importante que entre este tablero y la bandeja del armario marcada como Nº 5 quede un pequeño espacio, 5 o 6 cm., de modo que quepa un portatil plegado y los papeles y pequeños chismes, cenicero, agenda etc. que se dejen extendidos sobre la mesa..
3).- Archivador con ruedas, similar al Nº 2, se utilizan de mesas auxiliares una vez sacadas del armario.
4).- Estantes con puertas o barandillas, para contener objetos como CD’s, equipos auxiliar de oficina como grapadoras, sellos de caucho, soporte de cel-lo etc., Las puertas son para evitar que se caiga el contenido al abrir y cerrar el armario.
5).- Estante principal lo suficientemente ancho, profundo y alto para contener y utilizar cómodamente una impresora multifunción, un fax u otros aparatos de oficina semejantes.
6).- Estante secundario lo suficientemente ancho y alto para contener el router ADSL, los baffles de sonido, el contestador, cargadores de móviles, la base del PAD etc. y archivadores clásicos de oficina de tamaño DIN A4
7).- Abundante número de enchufes y salidas de conexión telefónica para el teléfono fijo y el modem ADSL.. antena de TV o Cable etc. Lógicamente el mueble habrá de estar enchufado exteriormente a la red eléctrica, al teléfono, etc.
8).- Luces direccionales que alumbren el área de trabajo dejando la pantalla plana en penumbra
Cuando diseñé el mueble no lo tuve en cuenta, pero aún se puede añadir un par de cajones no muy profundos debajo del tablero extensible para guardar bolígrafos, clips, la agenda telefónica y mil cosas más y un corcho en las puertas donde colocar notas Post-it y cosas parecidas, puede ser también una pizarra metálica con imanes, donde se pueda escribir con rotulador. Tampoco encontré espacio para una papelera, que al menos para mí es algo, aunque secundario, muy cómodo.
Las medidas mínimas del mueble cerrado creo que pudieran ser, 80 cm. de ancho, 45 cm. de profundo y 160 cm. de alto, a partir de ahí, cuanto más grande mejor, pero sin perder de vista que despegado ocupa el doble de ancho y profundo y que tampoco los salones actuales dan para bailar valses. Para nota sería si además se pudiera guardar una silla de despacho cómoda, yo no he encontrado forma de guardarla dentro del armario, ni sacrificando la cajonera, pero claro está no me tengo por el mejor diseñador. Lo que si mantengo es que en cualquier caso, debe buscarse ante todo la comodidad del usuario, no vale guardar una silla de palo, no vamos a estar media hora para comer, posiblemente pasemos más horas que las que desearíamos.
No he trabajado mucho el asunto, así que muchas cosas se me habrán pasado por alto, ¿añadirías o quitarías algo de la lista.? Escríbelo en un comentario. ¿Algún mueblista se anima?, como todo en este blog, este diseño esta amparado por una licencia CC, por tanto cualquiera puede hacer uso de ello con solo indicar la autoría.