Una gran pancarta con en el mensaje, «No a la violación de una propiedad legítima», se encuentra en una humilde propiedad situada justo en medio de la zona destinadas a alzar un complejo de rascacielos y centros comerciales en la ciudad de Chongqing (China). Se trata de una imagen que ha recorrido el mundo entero y que muestra cuál puede llegar a ser la pésima actitud de una promotora y del gobierno chino.

La familia propietaria del inmueble no se mueve de su propiedad, reivindican una casa igual, no se oponen a la expropiación para dar paso a la construcción y la modernidad, aunque les han ofrecido dinero, no es precisamente esto lo que quieren. La reivindicación de esta familia es simplemente como hemos dicho antes, una casa igual que la que ahora ocupan.

Desde el año 2004, los propietarios de este inmueble que veis en la fotografía, luchan por no perder su casa, es el último propietario de los 281 que habían en el lugar y que aceptaron la indeminización para que demolieran sus casas. Pero con Yang Wu la presión inmobiliaria no ha producido el efecto deseado, bastante lamentable es la situación, la casa se encuentra a 10 metros de altura sobre un montículo y rodeado de un vacío que las excavadoras se han dedicado a hacer con el fin de que esta familia desistiese.

Ni agua, ni luz, ningún servicio se encuentra en la casa, son los amigos y familiares los que les abastecen de alimentos, agua de botellas de butano para poder cocinarlos. ¿Cómo han podido permitir las autoridades esta situación?, está claro que se encuentran de acuerdo con la situación y persiguen la solución más adecuada a favor de la promotora, sin tener en cuenta las exigencias o preferencias de la familia.

La «casa clavo» (así denominan a las miles de viviendas chinas que sus propietarios mantienen clavadas a la tierra a pesar de las presiones y amenazas de los promotores), no valen los 200.000 euros que ofrece el promotor de la construcción, quieren una casa igual y el matrimonio se aferra a su propiedad apoyándose en la nueva ley de la propiedad aprobada recientemente que reconoce la propiedad privada pero no la de la tierra. Esta es la primera Ley de Propiedad del país, que garantiza a las posesiones particulares los mismos derechos que a las estatales, hecho impensable hasta hace poco.

Nosotros podemos conocer esta situación gracias a los internautas chinos, ya que el gobierno ha puesto todos los medios para silenciar la situación. Evidente es la precaria legislación China sobre la propiedad privada y la impasividad de las autoridades para evitar una situación que pone en riesgo la vida de los moradores de esta casa.

Vía | Meneame
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