Enfrentarnos a este reportaje de El País es abrir los ojos a un submundo real de infraviviendas tercermundistas que existen en nuestras ciudades. Se trata de minipisos de hasta diez metros cuadrados que se venden en Madrid o Barcelona a precios «asequibles» (entre 80000 y 100000 euros) y que son salón, cocina y habitación, todo en uno.
La mayoría no están escriturados como viviendas, y por lo tanto no están sujetos a ningún régimen sancionador, ni siquiera se pueden perseguir por la vía civil. Para ser consideradas viviendas legalmente, deben tener al menos veinte metros cuadrados. Muchas veces hablamos de especulación y del precio de la vivienda sólo con números, pero conviene recordar que también es esto: sectores de la población que sólo pueden aspirar a viviendas como éstas.