Desde el mismo Banco de España, una entidad a todas luces con suficiente peso específico como para tener bastante credibilidad, el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, advierte de que las estadísticas de vivienda no son fiables.
Concretamente se afirma que la calidad de las estadísticas resultan apenas válidas para la relevancia que posee el sector inmobiliario y la economía asociada al mismo. En estos momentos se están empleando herramientas poco fiables para el estudio del precio de la vivienda en España.
Desde el Ministerio de la Vivienda se utilizan múltiples fuentes de información para el cálculo del precio de los pisos, lo que provoca una saturación de datos que no siempre concuerdan entre sí. Se indica, por ejemplo, que los datos de notarios y registradores muestran datos contradictorios puesto que el proceso de las transacciones no sigue una línea homogénea.
A finales de 2005 el BBVA se quejaba de que la estadística del Ministerio de Vivienda reducía una media del 6 por ciento el precio de los pisos. Con esta información la desorientación por parte de los compradores es notable, debido a que se enfrentan a dos situaciones diferentes, por una parte el precio real de mercado y por la otra los datos que arrojan las estadísticas. Aunque, finalmente, parece que la que vale es la primera.
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