Los mayores, a diferencia de lo que muchos creen, prefieren vivir en zonas en las que hay vida, movimiento, cosas que hacer y cosas que ver, pues lo que muchos necesitan una vez se han jubilado es mantenerse activos, naturalmente la vida continúa y seguramente será el mejor momento para disfrutar de ella debido a la ausencia de obligaciones laborales.
Hasta hace poco eran los jubilados de los países europeos los que compraban en zonas residenciales de nuestra costa mediterránea para gozar de su retiro, pero actualmente, son más los españoles con un nivel adquisitivo medio-alto los que invierten en estas viviendas destinadas a mayores de 55 años.
Estas viviendas pueden parecer similares a cualesquiera de lujo, pero cuentan con servicios poco habituales en las viviendas normales, como restaurante privado, comedor para celebraciones, centro comercial, centro de ocio, biblioteca, capilla, habitaciones para invitados, servicio de enfermería 24 horas, alarma médica, jardines, gimnasios…
Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca o Madrid cuentan con “urbanizaciones senior” o viviendas para mayores, pisos o bungalows que aunque pueden ser adquiridos por cualquiera, sólo pueden residir permanentemente los mayores de dicha edad.
Los precios de estas viviendas dependen de varios factores, de la zona, de las características, de la promotora, etc., pero se pueden encontrar desde 140.000 euros hasta 1.500.000 euros. Hay que tener en cuenta que no todas las personas precisan muchos metros de vivienda, pues aunque lo que quieren es mantener su independencia, no es en casa donde pasan mayor parte de tiempo.
Prejubilados o jubilados, personas que se encuentran solas, que no padecen enfermedades o discapacidades, que necesitan relacionarse socialmente, que no quieren terminar en una residencia, y claro, con posibilidades de cambiar la vivienda, pueden acceder a estos complejos residenciales que ofrecen servicios de ocio y asistenciales.
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