Una fusión de negocio importante es la que presenta el turismo y la promoción inmobiliaria, como resultado se construyen numerosas viviendas vacacionales que producen grandes beneficios. Esto puede cambiar, al menos así lo indica en un estudio el profesor de la Universidad Complutense de Madrid, José Manuel Almudí.
Según se desprende del estudio, el tratamiento fiscal aplicado a los residentes extranjeros o inversores se podría tachar de abusivo, vulnerando la libre circulación de capitales. La normativa española penaliza la inversión de los extranjeros no residentes de distintas formas, un ejemplo sería las plusvalías aplicadas, donde se denota una clara diferencia entre un residente y un no residente, un 15% en el primer caso y un 35% en el segundo caso. Aunque no todo acaba aquí, también hay un distinto tratamiento fiscal en otros impuestos, como puede ser el de Donaciones y Sucesiones, o los impuestos pertenecientes a la transmisión del Patrimonio.
El tratamiento fiscal es muy diferente en cada caso, hay que tener en cuenta que cuando la fiscalidad resulta ventajosa, supone un incentivo para los posibles inversores extranjeros. El Banco de España constata una caída de la inversión extranjera durante los dos últimos años y mucho tiene que ver el tratamiento fiscal que se aplica. José Manuel Almudí indica que esta situación debe ser corregida si queremos recuperar dicha inversión.
También han influido notablemente en este descenso los escándalos urbanísticos que se han ido sucediendo en nuestro país durante los últimos años. La desaceleración del sector se ha hecho palpable, es evidente, pero es posible reactivarlo ofreciendo un modelo de calidad y sostenibilidad acompañado de un adecuado tratamiento fiscal. Es necesario cuidar y mimar un poco más al posible inversor extranjero, hay que tener en cuenta que se trata de uno de los motores de la economía española, turismo y construcción van cogidos de la mano, separarlos sería infructuoso.
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