Cierto que no de una forma tan alarmante como la adquisición de vivienda nueva, pero la renta y la capacidad de ahorro de los ciudadanos también se ve mermada por la subida de los alquileres y por el pago de los seguros de vivienda. Los alquileres de vivienda en España se encarecieron el 4,3% en el último año, lo que supone casi dos puntos más que el IPC en el mismo periodo. Los seguros de vivienda por su parte aumentaron su coste un 3,9% durante los últimos doce meses.
Uno nunca quiere ser alarmante, pero alguna de las siguientes tendencias debe ser frenada antes de que lleguemos a una situación insostenible: aumento de los intereses de las hipotecas (muy complicado estando en manos de Europa), el aumento de los precios de los alquileres o el estancamiento de los salarios. Son las tres que han confluido en el «caso San Francisco», donde las viviendas han bajado en muchos distritos, los alquileres son inaccesibles para muchas familias y la subida de las cuotas de la hipoteca ha empujado a muchos a créditos privados de intereses escalofriantes.
Es por eso que uno siempre ha insistido en la necesidad de aumentar la oferta de alquiler. Moderando los precios del alquiler se ammortiguan los resultados tanto de la subida de la vivienda libre que dificulta el acceso a la vivienda (se puede alquilar y esperar tiempos mejores para comprar) como de la subida de intereses (en el caso extremo se puede vender y pasar a alquilar).
Vía El Confidencial.