Si bien una de las armas más eficaces de venta de inmuebles es un sencillo cartel en el balcón con el típico “SE VENDE” y un teléfono, no deja de ser un medio deficiente, pues el cartel no informa de las dos características mas importantes de un piso, la superficie y el precio. En consecuencia produce múltiples llamadas inútiles por no coincidir estos dos parámetros con lo que está buscando el cliente.
Es molestia para ambas partes que no redunda ventaja para el cliente, pues es él quien pierde el dinero y tiempo, al llamar interesándose por una vivienda que de ninguna forma cumple con lo que demanda, y solo redunda ventaja, en caso de tratarse de grandes Agencias Inmobiliarias, que poseen una cartera de viviendas, tan abundante y variada, que puedan ofertar al cliente otra vivienda que se acerque a sus deseos. Por ello, cuando ello es posible, debe complementarse esta información con un folleto explicativo, como indiqué en mi artículo «Dos probadas herramientas de venta, el cartel y el portero”.
No obstante nuevas e imaginativas iniciativas se añaden a la solución de este inconveniente, en Granada, Gabriel Medina, propietario de la Agencia Inmobiliaria InmoNaranja ha decidido añadir a la tradicional información del cartel un dato más, una dirección de Internet única para cada inmueble., a la que se puede acceder desde cualquier teléfono móvil que disponga de conexión a Internet, algo que cada día es más corriente, pudiendo acceder desde el móvil a los datos del inmueble en venta y a otra información complementaria como fotografías, visitas virtuales, o datos acerca del barrio como colegios cercanos, supermercados, parques, etc.. las páginas web están lógicamente optimizadas para ser vistas a través de un teléfono movil, por lo que su vista a pantalla completa no dan idea de lo que realmente ve el posible cliente.
Con todo ello ha conseguido dos cosas, la primera diferenciar su agencia de las muchas que existentes en la zona, aportando de inmediato una información deseada por la clientela, por otro lado reducir el número de visitas infructuosas que realizan los comerciales. De paso les invita a visitar por el mismo sistema los pisos que se ajustan a sus gustos en la zona, para, si encuentra alguna vivienda interesante solicitar una visita personal, con lo que consigue aumentar la eficacia de su labor.