Primero fueron las inmobiliarias pequeñas, ahora les toca el turno a las grandes, la inmobiliaria Martinsa-Fadesa acaba de anunciar que procede al saneamiento y la reorganización de la empresa mediante la Ley Concursal, Concurso Voluntario de Acreedores, lo que viene a ser la suspensión de pagos.
La actual situación inmobiliaria es insostenible incluso para las grandes empresas, Martinsa-Fadesa toma esta iniciativa tras una larga reunión del Consejo de Administración en la que se ha estado buscando la mejor solución para afrontar las circunstancias financieras que atraviesa esta gran empresa inmobiliaria. Martinsa-Fadesa se creó hace poco más de un año tras la OPA que lanzó Fernando Martín y su socio Antonio Martín en la que obtuvieron el 86,48% del capital social de Fadesa.
El gran proyecto no ha podido soportar la crisis del ladrillo a pesar de la viabilidad que tiene la compañía y del gran patrimonio inmobiliario en su haber, cifrado en 10.805,4 millones de euros. La falta de liquidez y la no obtención de un crédito de 150 millones de euros han frenado los proyectos inmobiliarios y ha dado un vuelco a la situación.
La empresa inmobiliaria tenía intención de desarrollar diversos proyectos fuera de nuestras fronteras, en los países del este, en el Caribe, era la mejor opción para mantener la actividad inmobiliaria, pero al no haberse formalizado el crédito, las perspectivas han cambiado.
Las soluciones crediticias buscadas tampoco han dado su fruto, incluso el ICO (Instituto de Crédito Oficial) rechazo la solicitud de ayuda del gigante inmobiliario. Ahora Martinsa-Fadesa, bajo la supervisión de los administradores concursales, se va a dedicar a trabajar en aquellas áreas que le puedan proporcionar ingresos con los que poder adaptarse a la nueva situación inmobiliaria y relanzar los proyectos que antes referenciábamos.
Seguramente conoceremos nuevas noticias, no necesariamente positivas, en las que las grandes empresas inmobiliarias españolas serán las protagonistas.
Vía | Lne
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